Se pretende reducir el presupuesto para la seguridad social, ante ello, reflexionemos si la seguridad social está cumpliendo con su objetivo. Es indispensable conocer que la seguridad social se fundamenta en principios, como: solidaridad, obligatoriedad, universalidad, equidad, eficiencia, subsidiariedad y suficiencia.
El principio rector a mi juicio es el de la solidaridad. Es común escuchar, “yo no devengo nada del IESS”, “a mí no me da nada el IESS”, que bueno que haya millones de personas que digan eso, porque gozan de salud y no están en la cama de un hospital ni deben acudir permanentemente a diálisis, a quimioterapia, a rehabilitación, etc. Qué bueno que sea así, y por ello, deberíamos sentirnos gustosos de aportar el IESS y no necesitar de sus servicios al menos, en salud.
¿Cuántas personas nos cubrimos de un techo que nuestros padres pudieron adquirir con un crédito en el IESS?, ¿cuántos hemos podido acceder a una vivienda con crédito en el IESS?, ¿cuántos hemos sido beneficiarios de un crédito quirografario urgente para cubrir una necesidad inesperada, o inclusive para un gasto suntuario como un celular o un televisor para el mundial?
Si ya reflexionamos en lo que significa la solidaridad, es lógico que estemos a favor de que el IESS reciba no solo el presupuesto que merece, sino que se le pague lo que se le debe, si con el déficit económico el seguro puede atender a miles de enfermos al día, imaginémonos si el IESS tuviera un presupuesto digno. Los afiliados al IESS o parientes de los beneficiarios del servicio de salud del IESS, debemos exigir que se incremente el presupuesto y se pague la deuda al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, para contar con una mejor y verdadera seguridad social.
Manuel Salinas Ordóñez
masalord@hotmail.com