Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), para agosto de 2021, aproximadamente 5,3 millones de personas tuvieron un empleo inadecuado, lo que se podría considerar como un empleo precario, puesto que la mayor parte de ellos recibieron un ingreso laboral menor a un salario básico, consecuentemente no acceden a la seguridad social ni a una serie de beneficios laborales. Además, el 4,9% de la población económicamente activa se ubicó en el desempleo (415.000 personas).
Ante este panorama, se esperaría que las propuestas gobierno giren en torno al combate de la precarización laboral, la lógica indica que los problemas se deben solucionar, más no profundizar. La precarización laboral no es producto de este gobierno, pero si es su deber combatirla.
Los opositores a la ley (principalmente trabajadores) consideran que es regresiva en cuanto a derechos laborales, mientras que, los que están a favor (principalmente empleadores), plantean que la flexibilización laboral facilitará la generación de nuevos empleos.
Tanto los trabajadores como los empleadores tienen aspiraciones justas, por lo cual, las propuestas de gobierno deberían buscar que todos ganen. En esta línea, las propuestas se podrían enfocar en la reducción de costos de producción (materia prima), beneficios tributarios, facilidades para hacer negocios, entre otras medidas que contribuyan a la generación de empleos, sin la necesidad de precarizar el trabajo en el país.
En fin, hay una propuesta ya presentada por el gobierno, antes de rechazarla, es el momento preciso para debatirla y mejorarla en beneficio de todos.
Diego García Vélez
dfgarciax7@gmail.com