La elaboración del pesebre va por la tercera generación. Es amante de la naturaleza.
En las calles Ramón Pinto, entre Rocafuerte y 10 de Agosto, de la ciudad de Loja, desde hace más de 30 años, se elabora un nacimiento. La tradición va ya por la tercera generación y es, precisamente, Darwin Alberto Ami Ramón, de 16 años y estudiante del colegio San Gerardo, quien se involucra en esta actividad propia de la Navidad.
Le gusta la historia
El montaje del pesebre, este año, estuvo bajo la dirección de Darwin Alberto y contribuyeron a ello su madre, Lorena Ramón Mendieta, y su abuelita, Ana Mendieta, quien, junto a su esposo, Monfilio Ramón (+), fue la mentalizadora hace tres décadas.
El joven gusta mucho de la historia y es sobre la base de ella que traza el nacimiento que, conforme pasa el tiempo, viene alcanzando más volumen. Actualmente, se compone de alrededor de 1.200 piezas.
La confección duró alrededor de una semana. Darwin Alberto, quien cursa el segundo año de bachillerato, es muy amante de la naturaleza y como prueba de ello su idea la plasma en el belén con artículos reciclables. Su objetivo es no hacer daño al medio ambiente.
El pesebre permanecerá expuesto durante todo el mes de diciembre. “La Navidad es una época para compartir en familia”, dice el joven, tras revelar que la elaboración le origina emoción porque “celebro la unión familiar, así como la ayuda y el compromiso de ser mejor cada año”.
Agrega que el establecimiento donde estudia, desde pequeño, le enseñó a cuidar la naturaleza y por eso utiliza en esta actividad tradicional materiales que tiene en su domicilio.
Ser mejores personas
“Celebremos este año el nacimiento de Jesús con el compromiso de ser mejores personas, cuidarnos y cuidar la naturaleza”, precisa Darwin Alberto Ami Ramón.
PARA SABER
El pesebre permanecerá expuesto durante todo el mes de diciembre.