Darwin decía que las especies que sobreviven son las que se adaptan al cambio, por supuesto, la especie humana, también puede ser generadora de cambio, en especial cuando la situación no es buena; pero también hay que recordar, que las decisiones humanas no siempre son racionales, varias veces son irracionales, y eso puede llevarnos a la extinción en un sentido de desarrollo, pensamiento o superación.
A veces como sociedad, somos tan cómodos e individualistas, que, para solucionar un problema, en vez de acercar nuestra silla a la mesa y no perjudicar a los que ya están sentados, tratamos de sentarnos primero y luego halar la mesa hacia nosotros, desubicando al resto. Hoy más que nunca necesitamos un pensamiento colaborativo y cooperativo en función de buscar el bienestar de todos.
Si nuestro “bienestar”, depende del malestar de los demás, debemos reevaluar lo que entendemos por bienestar. Equivocadamente ahora se utiliza el termino empatía unidireccionalmente, cuando se quiere que el otro piense en la posición de uno; pero, uno no piensa en la posición del otro. Es como cuando reclamamos nuestros derechos, pero atentamos con los derechos de los demás, o demandamos nuestras necesidades, pero olvidamos nuestras obligaciones y encima violentamos necesidades de los demás. Buscar un equilibrio es difícil, pero es una tarea pendiente que debemos asumir como sociedad.
Santiago Ochoa-Moreno
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