Que brille la transparencia electoral

El caso sobornos determinó la existencia de “una estructura criminal corporativa”, encabezada por Correa y Glas, quienes recibían aportes ilegales de las empresas que buscaban un contrato con el Estado. La sentencia es de 8 años de cárcel.

Un año después, como de Ripley, el 32.71% de electores pone en segunda vuelta a los artífices de la ‘década robada’.

El CNE, con poca credibilidad por lo ocurrido en 2017 donde en forma fraudulenta lo favorecieron a Moreno, buscó curarse en sano y resarcir su imagen. El 7 de febrero en la noche informó los resultados de un conteo rápido, desbaratando los “Exit Poll” presentados por encuestadoras pagadas, y ponía a Yaku en segunda vuelta con el 20.04, desplazando al tercer lugar a Lasso.

Las reacciones no se hicieron esperar, pues enfrentar a Yaku en segunda vuelta era derrota segura. Empezaron los cabildeos y muñequeos, la confrontación transparencia vs manos traviesas, cobró prioridad.

Con el 97% de actas procesadas se mantenía la proyección del conteo rápido del CNE. No obstante, seguían apareciendo diversas denuncias de irregularidades, pronunciamientos de las CNA de Guayas y Los Ríos exigiendo transparencia. El nudo crítico fue ese 3% de actas que estuvo estancado varios días y que, al final, mantuvieron a Arauz, bajaron a Yaku y subieron a Lasso. La población absorta gritaba ¡No al fraude!

El reconteo acordado fue clave para bien de la democracia. Lasso debe mantener su palabra. 

Que se imponga la democracia y la transparencia electoral. Una nueva crisis política podría ser un mal preludio para la gobernanza.

Remo Cornejo Luque

remocorluq@gmail.com