Nuestro Ecuador cuenta con una ubicación estratégica, goza de un excelente clima, variedad de flora, fauna y diversidad cultural, cuenta con recursos hídricos y naturales de excelente calidad, sin embargo, existe una gran cantidad de desempleados, en un país de 18 millones de habitantes apenas 2 millones 631 mil 708 tienen empleo adecuado; el resto se encuentra desempleado, no goza de estabilidad, o no recibe un salario digno.
Vivimos décadas de crisis sistémica, día a día somos testigos de cómo se agranda la grieta del principio de “Igualdad” y cada uno ve desde su orilla, la falta de educación en general, hace que la población vaya en decadencia, más aún cuando no existen las garantías suficientes por parte del Estado para que el ciudadano común pueda acceder a los Colegios o Universidad a prepararse.
Por políticas públicas decadentes, inoficiosas y anti-técnicas, el aparato productivo ecuatoriano ha sido incapaz de incorporar a la totalidad de la población económicamente activa, mucho menos en épocas de crisis, de ahí las grandes oleadas migratorias como la actual pandémica.
Para sacar a las familias ecuatoriana de la crisis es creando empleos con salarios dignos; disminuir los intereses de los créditos e incentivar la exportación; eliminar las desigualdades en mujeres y grupos étnicos; incentivar la agricultura; incrementar el salario básico general; condonar deudas educativas, de salud y servicios de los sectores desprotegidos.
Alex Ricardo Valarezo V.
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