Así como en el mundo hay cosas limpias y fragantes, también existe la basura. La mente, órgano regulador de nuestras acciones, lamentablemente no está exento de ello, a veces abrimos pensamientos puros, pero en otras ocasiones traemos elementos contaminantes que para nada nos sirven. Si deseamos abrir lo limpio, no la suciedad, es preciso tener siempre la compañía adecuada, ser conscientes que en mí está toda la decisión. Si abrimos pensamientos basura lo único que se obtendrá es una contaminación a todo nuestro alrededor, incongruente para el crecimiento personal. Hay tantos desechos físicos por todo el planeta, sería incomprensible aumentar esa basura con desechos traídos desde nuestra mente.
Pensamientos limpios, son aquellos que nos sirven a nosotros y a nuestro objetivo, son puros y claros, nos dan la dirección a seguir, nos llevan a la felicidad. Pensamientos basura, son aquellos que traen contaminación, nos llevan a la tristeza, la desesperación y a la pobreza. La mente es un órgano muy poderoso, si la apreciamos y utilizamos de forma inteligente podremos establecer una línea de conducta que nos lleve a la felicidad.
En la geografía de nuestro cuerpo existe de todo, nosotros somos quiénes decidimos qué abrimos: si enaltecemos el lado limpio de nuestra mente, haremos que todo lo puro y fragante del mundo sea atraído a nosotros, caso contrario tú interioridad y tu exterioridad serán desagradables.
Hernán Yaguana Romero
hayaguana@utpl.edu.ec