El peso político de Loja

Libre y federal, culta y musical, Loja es histórica y también heroica; de ser la centinela del sur en tiempos de guerra, se convirtió en la cuna de grandes escritores, artistas, músicos y poetas.

En 1820 bajo el ideario de gallardos próceres forjamos una independencia, décadas más tarde (1859) con el liderazgo de Carrión Pinzano, también fuimos soberanos y federales distanciándonos de Cuenca. Nunca separatistas, tuvimos una motivación real, que fue la lucha contra el centralismo anteponiendo la integridad territorial.

Estando en la periferia, nos convertimos en semillero de rebeldía y en un polo de desarrollo que al mundo desafiaría. Así llegamos a ser la cuarta ciudad más importante del Ecuador, extendiendo jurisdicción sobre territorio de Loja, Zamora, El Oro; incluyendo a Jaén y el Marañón.

Y no solo aquí, la necesidad y la adversidad también nos llevó a migrar, viajamos al ecuador septentrional, y colonizamos el oriente, y en tierras inhóspitas fundamos una Nueva Loja. Ésta es la histórica identidad lojana: fuertes e independientes, migrantes y colonizadores, tan pesada como el oro de sus montañas.

Cuidado con aquel foráneo, que desconocedor de nuestra historia, atiza con descaro que Loja a nadie le importa. Creyendo que el peso político radica en dadivas electoreras o en visitas diplomáticas opulentas.

Ahora pretenden seguir extirpando riqueza y patrimonio, enterrando el arte y la cultura, en función de vanidades e intereses económicos; señalando además que: “los lojanos nacidos en Loja no hemos hecho nada por nuestra tierra, y en su lugar debemos agradecer al forastero que hace más que cualquiera”.

No señores, Loja es rebeldía, cultura, independencia, es arte, es café, maíz y caña, no por forasteros, sino por sus propios lojanos.

¿Ahora queda claro el gran peso de nuestra historia?

Jorge Ochoa Astudillo

jorge8astudillo@gmail.com