Pico y placa

De conformidad con los últimos datos que tenemos, la población total en el cantón Loja es de 254.000 habitantes aproximadamente, la cual está distribuida en un 68 % en la zona urbana, 13% en la periferie, y 19% en las parroquias rurales. Eso quiere decir que en el casco urbano vive un número cercano a las 172.720 personas. Su parque automotor supera fácilmente las 40 mil unidades entre particulares, servicios institucionales y servicio colectivo.

Es público y notorio que, en determinadas horas llamadas pico: 06h30 a 7h30, 12h30 a 13h30 y 18h00 a 19h00, la ciudad se mueve a paso de tortuga por el gravísimo congestionamiento vehicular que imposibilita un tránsito fluido, desde luego, en periodos de clase porque, fuera de él, sí se puede movilizar con mayor agilidad.

Presentado el problema hay que buscar una solución y qué mejor hacerlo, en el marco de la ley, por eso, el Municipio de Loja, a través de la respectiva ordenanza, se encuentra empeñado en aliviar la movilidad vehicular y calmar los nervios de muchos habitantes, a través de la implementación del pico y placa; esto quiere decir que se restringirá el tránsito vehicular en determinadas horas, de conformidad con el dígito final de su placa ya sea par o impar, dejando tránsito libre los fines de semana y días feriados. Obviamente, se determinará las sanciones para los infractores.  En la propuesta se manifiesta que esta norma se aplicaría solamente para los vehículos particulares.

En Quito, desde hace años, se viene aplicando este sistema de control vehicular, con resultados que entendemos son medianamente positivos que, en algo, regulan la movilidad vehicular. Acá en Loja, los ediles deben hacer un estudio profundo de las circunstancias, de manera técnica, para que se establezca la respectiva ordenanza y, sobre todo, la ciudadanía debe colaborar para que esta normativa no sea inútil y los resultados sean evidentes.

Si se aprueba el pico y placa, que su praxis vaya en beneficio de la colectividad lojana; si no se aplica, que sea la cultura del conductor la que, con ponderado respeto a los demás, permita que el tránsito en Loja no sea un permanente dolor de cabeza.

Darío Granda Astudillo

dargranda@gmail.com