Activista política: Donde se encuentra el Estado está la corrupción

Verónica Abad Rojas dice que el Estado considera al ser humano como habitante y no como un ciudadano. Anuncia que se viene una segunda ola migratoria.

La experta manifiesta que es necesario enseñar a los jóvenes una manera diferente de hacer política.
La experta manifiesta que es necesario enseñar a los jóvenes una manera diferente de hacer política.

Sí es posible acceder a un mejor nivel de vida y ello se conseguirá el momento que se lo ubique al Estado en su puesto y que cumpla el rol para el que nació: dar seguridad, justicia e infraestructura y nada más porque del resto se encarga el ciudadano, en los aspectos educación, salud, entre otros. Ese es el criterio de la fundadora y directora de la Escuela de Formación Política Realidad Ecuador, Verónica Abad Rojas, quien llegó a Loja para impartir una conferencia.

Habitantes y no ciudadanos

La activista social y política, quien también es coach internacional, dice que los ciudadanos “comunes y corrientes” no pueden concretar sus sueños que, por lo general, son de prosperidad y ello hace que únicamente se sientan como habitantes “porque únicamente nos toca estar allí y nada más”, en tanto que el ser ciudadano implica tener una responsabilidad y libertad.

Agrega que el ciudadano por más que pugna por concretar sus proyectos de vida no lo puede hacer porque se encuentra con una gran barrera: el estatismo, caracterizado por una ola de corrupción, así como por un show político, ignorando las necesidades que tiene la comunidad.

‘Educar a las personas’

En este contexto, señala que su papel, en su condición de activista ecuatoriana, es educar a las personas, a través de la enseñanza de una verdadera política, capaz que los ciudadanos que se alejaron de ella por los malos gobiernos y gobernantes, “que no han dado respuestas, sino que han complicado la vida y la existencia cada vez más”, recuperen la confianza.

Verónica Abad precisa que con este fin se ha elaborado el proyecto, denominado “La gran devolución”, cuya filosofía es eliminar al estatismo porque, en su criterio, donde se encuentra el Estado está la corrupción, que se origina, precisamente, por el alto intervencionismo hacia el ciudadano, a través de la salud, la educación, las jubilaciones y pensiones, es decir, “el Estado está metido hasta en nuestras sábanas”.

Quita el poder a los ciudadanos

Comenta que el Estado, a través de las diversas leyes que aprueba, continuamente se apropia de los poderes que pertenecen a los ciudadanos, entre ellos ya no se puede construir empresas, las familias, se arrebata esa libertad que atañe a los ecuatorianos.

También revela que el Estado tiene a la población en la más absoluta pobreza, donde faltan las oportunidades de empleo, originándose una segunda ola migratoria, especialmente de los jóvenes, tal como ocurrió en las décadas de 1980 y 1990.

Una prueba de esto último, según dice, son las enormes filas de personas que pugnan por un pasaporte en las oficinas del Registro Civil a escala nacional. Entonces, explica, que el proyecto “La gran devolución”, a través de su programa político “Las cinco reformas”, pretende dar un mejor nivel de vida a los ecuatorianos.

Habla también de un ‘Liberalismo clásico’ y las cinco reformas: política, económica, educativa, salud, y pensiones y jubilaciones, como pasos para cambiar el Ecuador y que, en otros países del mundo, tanto europeos como africanos, dio resultados positivos.

Para ello, señala ser necesario derogar las leyes “malas que tenemos en el Ecuador”, a través de partidos políticos que, adoptando las cinco reformas, lleguen al poder para desde allí “devolver el poder a la gente”.

VOZ

“Todos tenemos el derecho de trabajar y ser ricos. Hoy en día es una mala palabra decir quiero ser rico cuando está consagrado en nuestros derechos”,

Verónica Abad Rojas, fundadora y directora de la Escuela de Formación Política Realidad Ecuador.