A José David Jaramillo lo atraparon el clima y la tranquilidad de San Pedro de la Bendita

Salió de Paltas en 1978. Es comerciante, camaronero, exedil de Catamayo, dirigente, gerente de hotel. Estudió hasta sexto grado.

El paltense, radicado en la parroquia catamayense 44 años, ha desempeñado algunas funciones.
El paltense, radicado en la parroquia catamayense 44 años, ha desempeñado algunas funciones.

José David Jaramillo Vivanco salió de su tierra natal, Paltas, hacia la parroquia San Pedro de la Bendita, del cantón Catamayo. Lo hizo en 1978, junto a su familia, atraído por el clima del lugar, considerado uno de los mejores de la provincia de Loja, por ser cálido seco, aparte de su tranquilidad para vivir en paz. Hoy es el gerente del hotel El Peregrino, ubicado en la plaza central de esa cabecera parroquial.

La ‘Churona’ y El Peregrino

La parroquia recibe cada 17 de agosto a la Virgen del Cisne que, procedente del Santuario de su mismo nombre, llega en cumplimiento de su primer tramo de romería, de los tres que la llevan, finalmente, a la ciudad de Loja el 20 del mismo mes. El movimiento de la gente llevó a José David a denominar a su hotel El Peregrino.

Es que, según dice, en su segunda patria chica, San Pedro de la Bendita, las personas han vivido hasta los 110 años. Lo atribuye aquello al clima y a la tranquilidad del lugar. Llegó a fines de la década de 1970 con su esposa, Marlene Jaramillo, hoy de 67 años, y dos hijos, aún niños, el segundo de ellos, Klever Jaramillo Jaramillo, actualmente es el presidente del Gobierno Parroquial. En ese sitio catamayense tuvo tres más.

En Paltas residió en una finca de propiedad de su padre, José Luis Jaramillo, pero el clima empezó a afectar la salud de su esposa, por estar junto a un río, entonces, decidió salir. El resto de su familia se trasladó a la ciudad de Loja y montó hoteles, como el Vilcabamba, el Grand Loja, entre otros emprendimientos, hoy muy conocidos en la urbe.

‘Me quedo en San Pedro’

Sus parientes lo invitaron a que se radicara también en la ciudad de Loja, pero no aceptó porque ya se había prendado de San Pedro y allí fijó su morada y abrió un local de venta de productos y así salir adelante hasta que, en 1992, su espíritu visionario lo empujó hacia la Costa, donde emprendió en las camaroneras, involucrando también a sus hijos que siguen al momento en aquello, no así él que decidió regresar a su segunda tierra.

El Peregrino lo constituyó hace cerca de 10 años hasta que la pandemia del coronavirus, presente en el Ecuador desde marzo de 2020, lo obligó a cerrarlo hasta que decidió reabrirlo este año, 2022, para dar acogida a los romeriantes que van y vienen, cuyo punto es un sitio de paso obligado. Ahora lo administra uno de sus hijos, Efrén David Jaramillo.

“Ya se ha trabajado un buen tiempo, entonces, es hora de descansar un poco, aunque me resisto a estar sin hacer nada”, enfatiza, mientras ve fijamente a la calle, toda ella colmada de fieles que, bajo un intenso sol, arribaban a la plaza central, luego de caminar desde la mañana en compañía de la ‘Churona’.

No hay apoyo al turismo

José David Jaramillo, quien fue concejal de Catamayo, aunque se siente a gusto allí, crítica la falta de atención de los gobiernos central y seccional al turismo.

Recuerda en esta parte al exprefecto, Raúl Auquilla Ortega, quien, en 1990, junto a su gestión como edil de Catamayo, en ese entonces, empezó a levantar el coliseo de la parroquia, así como la ampliación del sistema de agua potable, apoyó también a la construcción de una sala de velatorio, bajo la dirección de la Fundación San Pedro de la Bendita, de la cual al momento es su vicepresidente.

En la parroquia son típicos los bizcochuelos, las arepas, los roscones, así como la arveja con guineo, la cecina con yucas, las morcillas, sus principales platos que gustan a propios y a los turistas de diversos puntos del país que, durante los 12 meses del año, pasan por allí rumbo a El Cisne. 

Sobre la alimentación de allí, señala que es otra de las razones para que la gente haya vivido hasta 110 años y que el deceso se produzca por el tiempo de vida transcurrido y no por enfermedad alguna, toda vez que su población goza de una excelente salud.

Pone como ejemplo a Vicente Tenezaca, un exenfermero, que se aproxima a los 100 años con una lucidez envidiable. También cuenta que el exalcalde de Guayaquil, Antonio Hanna Musse, fallecido en 1992, visitó en su condición de periodista el lugar y entrevistó a algunos longevos, entre ellos a Tobías Rojas, de 105 años, quien aún escribía con pluma de pavorreal en las hojas de guineo que, en un inicio, suplían a las de papel.  

Educado por los Maristas

José David Jaramillo, pese a vivir 44 años ya en San Pedro de la Bendita, de sus 68 cumplidos, no olvida a su Paltas, donde vio la luz primera, sobre todo, evoca a los Hermanos Maristas, que, recién llegados al cantón, invitados por el recordado Monseñor Jorge Guillermo Armijos, le enseñaron las primeras letras, de primero a sexto grados, sobre todo, “nos inculcaron la religión, el trabajo y el respeto que ahora ya no hay”. No cursó los estudios secundarios.

VOZ

“Los Hermanos Maristas nos inculcaron la religión, el trabajo y el respeto que en la actualidad ya no hay”

José David Jaramillo, paltense residente en San Pedro de la Bendita.

DÍGITO

Procreó con su esposa, Marlene Jaramillo, también oriunda de Paltas, cinco hijos, todos varones.