Riqueza mental del niño…

Cada día me sorprendo más, de la riqueza mental que poseen los niños, desde su inocencia e ingenuidad, libre de las estructuras que les imponemos los adultos. En el comentario lo hago ante la respuesta de un niño de 7 años, en un examen de matemáticas, que se planteó un ejercicio, pidiendo que escriban con cifra los siguientes números de un listado de cinco cifras y el  niño escribió así:          

Diez                                (11)

Noventa y ocho              (99)

Ochenta y  uno               (82)

Sesenta y seis                 (67)

Treinta                            (31)

El profesor tachó el examen por respuestas erróneas. Intrigada consulte con una profesional entendida en el comportamiento de niños, quien supo hacerme caer en cuenta la importancia que tiene, el que como adultos no emitamos juicios de valores apresurados, subestimando la inteligencia o la diversidad de formas de interpretación de nuestros niños; debemos ser más analíticos y comprensivos a la hora de juzgarlos, para no lastimar sus emociones; agrego. En este caso notaremos que el error está, en quienes interpretamos las respuestas como el profesor, que lo hizo desde la visión de adultos, racionalizada bajo parámetros del bien y mal y de los esquemas comunes del conocimiento humano. La sugerencia es controlar nuestros impulsos, como clave fundamental, para ser parte de la riqueza mental propia en los niños.