Proximidad en elecciones democráticas

Algunos mensajes de los candidatos emocionan, devuelven la esperanza. Los ciudadanos escuchan los fines, pero no los medios, parece que el voto es la clave para inaugurar días mejores.

Ciertamente es complejo transmitir en poco tiempo los planes de gobierno. Los postulantes se apoyan en los medios de comunicación, en Internet y en recorridos para llegar a los electores, se configura un periodo de propaganda que, contradictoriamente, no logra comunicar. Con salvedades se observa un mercado electoral en lugar de un proceso democrático, cada persona es buscada por su capacidad de voto, se le pide un sufragio a cambio de una promesa.

El ciudadano comprende que para lograr resultados en grandes temas como el empleo, la producción y los precios debe delegar a mandatarios, y que los aspectos micro dependen de cada individuo o familia, definiendo así un ámbito de la proximidad que además de generar confianza es una vía para la gestión social y política.

Los principios de administración de una unidad empresarial son los mismos que guían a los entes públicos, cambian las metas, pero la eficacia y optimización son iguales, así mismo la búsqueda de bienestar y la adecuada economía en una familia llevarían al progreso de la sociedad.

El nexo entre lo particular y lo general, entre las familias y el Estado, estaría en los mecanismos de proximidad, en la participación que se establezca. Hay experiencias, leyes e incluso instituciones pensadas para garantizar la proximidad, que si no se utilizan se atrofian y seguirá asistiéndose a ciclos de puja y no de debates transparentes.

Abel Suing

arsuing@utpl.edu.ec