Otro dilema para las madres: alimentos o datos

Hoy, día internacional de la mujer, es pertinente intentar comprender los desafíos que enfrentan las madres, por ejemplo, en el acceso a la información.

En el último año a la canasta básica de muchos hogares se sumó el costo de Internet. Entre las decisiones cotidianas no debería estar pagar por alimentos o por datos, cuando se trata del espectro radioeléctrico que es propiedad de todos.

Durante la Covid-19 se acrecientan las distancias de género y pobreza. El peso de compensar las limitaciones de movilidad y servicios corre mayormente a cargo de las mujeres. En el caso de la educación, las madres con gran intuición desarrollan competencias para enseñar, han proveído de esperanzas a sus hijos y, en el fondo, permiten el progreso del país, sin embargo, a la labor doméstica, que pasa invisible para en las estadísticas, se sobrecarga otra tarea.

No basta con el reconocimiento de los hombres o las expresiones de los descendientes para garantizar equilibrios futuros, es necesario fomentar políticas públicas para bridar mejores ambientes estructurales. Mientras los administradores de los Estados tarden en implementar regulaciones y acciones afirmativas se mantendrá un modelo de sutil marginalidad para del sexo femenino, parece exagerada esta afirmación, pero ¿quién brinda acompañamiento a los niños en el distanciamiento social y contribuye en la formación de valores y ciudadanía?

Antes y más ahora el trabajo de la mujer mantiene la cohesión social, si se quiere un futuro diverso, armónico y de respeto debe iniciarse cambiando las condiciones de vida de cada hermana, mamá, amiga y esposa, solo así habrán razones para recordar y celebrar con justicia cada 8 de marzo.

Abel Suing

arsuing@utpl.edu.ec