Ni capitalismo ni socialismo

En el país, se lee varios comentarios tratando de distinguir entre ideologías de las personas que tratan de ubicar a los candidatos en dos corrientes económicas: capitalismo o socialismo.

Para no equivocarme, definiré según el diccionario, al socialismo: “sistema de organización social y económica basado en la propiedad y administración colectiva o estatal de los medios de producción y distribución de los bienes”; y, capitalismo: “Sistema económico basado en la propiedad privada de los medios de producción y en la libertad de mercado”. Es decir, si viviéramos en un Estado socialista tuviéramos todas las necesidades satisfechas, aunque sin propiedad privada. Y si viviéramos en un país capitalista hubiera miles de personas propietarias de los medios de producción generando mucho trabajo para quienes no tienen recursos.

De la simple lectura se advierte que el país no se encuentra en ninguno de tales  sistemas económicos, ni siquiera en transición hacia tales modos de producción, somos un país subdesarrollado que no tiene ninguna orientación respecto de doctrinas económicas científicas y que por varias décadas jamás han administrado adecuadamente los recursos económicos, ni han aprovechado los recursos naturales para permitir que se mejore la economía de sus habitantes.

Lo único que hemos observado desde la década del 80, es que los presidentes han aprovechado muy bien los recursos naturales para beneficiarse de coimas en contratos nacionales e internacionales y de los recursos económicos del Estado para sus gastos reservados y demás gastos innecesarios.

Somos nosotros quienes contribuimos con el pago de impuestos al sector público y con el consumo y pago de intereses al sector privado. Debemos admitir que el pueblo es el motor de la economía y la única solución en los actuales momentos es que entendamos que la soberanía radica en el pueblo y que debemos empezar a exigir, sin perdón, que quienes nos gobiernen aprovechen los recursos que tenemos para que se distribuyan en el mejoramiento de la economía social. Sin corrupción creceremos, en cualquier modo de producción.

Manuel Salinas Ordóñez

masalord@hotmail.com