María Virginia encontró un hogar y también su recuperación

Sectores recuerdan al MIES y al Ministerio de Salud cumplan con un convenio suscrito en la Defensoría del Pueblo.

María Virginia, hace un año, caminaba libremente y sin rumbo por las calles de Loja.
María Virginia, hace un año, caminaba libremente y sin rumbo por las calles de Loja.

En abril de 2020, en pleno brote de la pandemia del coronavirus, María Virginia Minga Morocho, una persona con discapacidad visual y esquizofrenia, deambulaba sin control alguno por las diversas calles de la ciudad de Loja, acompañada de una mascota, una especie de equipaje y un palo que le servía de bastón.

12 meses después

Un año después, cuando el Covid-19 sigue golpeando al mundo, María Virginia está bastante bien de su salud. Es que fue acogida por la Fundación Juan Pablo II, de la ciudad de Catamayo, dirigida por el padre lojano, Manuel Ponte, y Yolanda Esparza.

Juan Angamarca Angamarca y Cristóbal Mocha Jaramillo, también con discapacidad visual, coinciden en manifestar que María Virginia, de aproximadamente 45 años y oriunda de Saraguro, se encuentra bastante recuperada de su enfermedad de esquizofrenia.

Juan Angamarca recuerda que, tras revelar el caso de la ciudadana, en la Defensoría del Pueblo de Loja se suscribió un acuerdo, donde intervinieron los ministerios de Inclusión Económica y Social (MIES) y de Salud Pública, sin embargo, nada se ha concretado.

El ofrecimiento consistió en que le enviarían profesionales de salud para hacerle una evaluación y, luego, extenderle el carné de discapacidad psico-social, así como la dotación de la medicina requerida para su tratamiento, pero, a decir de Juan Angamarca, ni lo uno ni lo otro se ha cumplido, pese al tiempo transcurrido.

Acota que el Estado está en la obligación de procurarle la atención lo antes posible, considerando que la Fundación que la acogió y que la tiene bien atendida no percibe ingreso económico alguno del Gobierno Nacional.

Sobre esto último, hace un llamado a la ciudadanía para que apoye el trabajo que cumple el religioso Manuel Ponte, a través de la entidad privada, toda vez que, dice, en Loja ha inaugurado un nuevo hogar de acogimiento, ubicado en el sector Carigán.

PARA SABER

La Fundación Juan Pablo II, sobre sus propios esfuerzos, tiene dos hogares de acogimiento: en Catamayo y Loja.