En respuesta al llamado a elecciones del próximo siete de febrero, se presentaron algunos remedos de candidaturas al puro estilo chimbana, los políticos de viejo y nuevo cuño, claro, con mejor presencia y trayectoria política -pero con sabor a hipocresía- para anunciarle una vez más al electorado… que son las salvación esperada..
Difícil admitir que a la hora de cuadrar las cuentas hacia el poder, César Montufar vote por Lucio Gutiérrez, ahí hay diferencia ética e ideológica; o pensar que algunos que dicen “ser pueblo”, vote por el “dictócrata” si no hay de por medio un reparto sustancioso de la quesera. O finalmente, que Yaku Pérez, abandone la social democracia indígena para unirse a la social burocracia de la derecha.
Bajo estos hechos que son visibles a la inteligencia del pueblo ecuatoriano, es fácil concluir que la ambición los une… pero el poder los divide. Y para confirmar estos asertos, basta mirar cómo se despedazan en la pugna interna por alcanzar la preferencia del electorado, pues, a más de tener el poder de decidir quién pasará a segunda vuelta, hay la posibilidad de negociar a buen precio la burocracia del poder.
Esto no ha cambiado y no cambiará, mientras el poder siga siendo el fin y no un instrumento para servir; por tanto, es necesario borrar todo de nuevo y empezar a construir una democracia diferente, donde el político deje de ser… el politicastro bufón de nuestra democracia; para que esto suceda les deseamos: …buen viento …y buena mar.
Lenin Paladines Salvador
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