Los alcaldes lojanos perciben jugosos sueldos; los obreros municipales, salarios ‘indignos’

Un burgomaestre recibe mensualmente hasta 4.500 dólares; un trabajador, 545. Activista y concejal hablan de inequidad salarial. Se plantea rebaja y que solo es cuestión de voluntad política.

El alcalde de Gonzanamá es quien más gana y a la otra orilla se coloca el de Quilanga, quien menos gana.
El alcalde de Gonzanamá es quien más gana y a la otra orilla se coloca el de Quilanga, quien menos gana.

En pleno siglo XXI continúan las desigualdades en la sociedad ecuatoriana y lojana, principalmente en materia salarial, por ejemplo, mientras un alcalde sobrepasa los 4.500 dólares de emolumento al mes, un obrero del mismo Municipio, que tiene rango de jornalero, gana 545 dólares, cifra diametralmente opuesta y que no tiene punto de comparación. De allí que se habla de inequidad. Un edil tiene una propuesta.

Sueldo: alcalde, 4.500; obrero, 545

Si se establece una simple comparación entre el sueldo de un burgomaestre (4.500) y de un trabajador (545), la autoridad municipal percibe 3.955 dólares más, es decir, la diferencia es abismal; incluso entre los mismos alcaldes lojanos hay remuneraciones distintas.

Es el caso del alcalde de Gonzanamá, Paulo Herrera, quien -según una tabla obtenida por Carlos Chalaco, activista social, gana 4.508 dólares y es el mejor funcionario pagado en el orden municipal de toda la provincia e Loja- recibe un salario superior al de Loja, Franco Quezada, que es de 4.144,91. El personero que menos gana es el de Quilanga, Juan Carlos Santín, con 2.967 dólares. 

En el campo territorial también se ve la diferencia, esto se da a las claras en Olmedo, que cuenta con una parroquia urbana: Olmedo, y una rural: La Tingue, sin embargo, su alcalde, Jonathan Carrión, gana un sueldo de 4.000 dólares, en tanto que el de Loja, con seis parroquias urbanas y 13 rurales, percibe 4.144,91, es decir, solo 144,91 dólares más que el de Olmedo. 

‘Un abuso’

Para el analista político lojano, Carlos Alberto Chalaco Armijos, esta situación debería normarla la Asamblea Nacional porque ello significa abuso, principalmente si, desde el Ministerio de Trabajo, se ha fijado topes de remuneración, lo cual no deja de preocupar porque estos valores que perciben los burgomaestres hacen que queden pocos recursos para obra pública.

Acota que ello no es todo porque, en función del sueldo del alcalde, también se fija el de los ediles, de los directores y jefes departamentales, entre otros funcionarios, lo cual, en su criterio, ha incidido para que, particularmente en los últimos cinco años, haya menos fondos para la obra pública.  

Dice que, en Loja, por ejemplo, el Municipio tiene como presupuesto 84 millones de presupuesto, pero que, sin embargo, únicamente 4,5 millones se usa en obra y el resto en gasto corriente.

Carlos Chalaco revela que, según la tabla de sueldos consultada en cada página web municipal, hay cifras que inquietan. Hace notar que, efectivamente, el sueldo del burgomaestre de Gonzanamá es superior al de Loja, asimismo, que se ven incoherencias cuando el personero municipal de Olmedo, con dos parroquias que atender, recibe desde hace años 4 mil dólares.

‘Un salario indigno’

De igual forma, a decir del activista social, esta enorme brecha salarial se evidencia entre el valor que recibe un burgomaestre y el de un obrero y por ello son justos los reclamos de estos últimos que no reciben un salario digno, siendo “insultante, por decir lo menos, este nivel de inequidades” y de allí que plantea a los ediles de toda la provincia revisar esta tabla de sueldos, principalmente en esta época donde la crisis económica en el país es galopante y el Gobierno Nacional no tiene dinero para cancelar a los burócratas y que quizá ni el mismo bono navideño se les cubra.

Plantea, en este sentido, una reforma a la ordenanza que bien se puede hacer y que ya la realizó la anterior administración municipal de Zapotillo que fijó los límites que pueden ganar el alcalde y los concejales, así como lo ejecutó el prefecto del Azuay de ese entonces, Yaku Pérez, que se redujo el sueldo a la mitad y, sobre la base de ello, también se hizo a sus jefes y directores departamentales.

Carlos Chalaco asegura que esto último sí es factible y que únicamente se requiere voluntad política de los burgomaestres y los ediles, así también puede ser que los emolumentos vayan concomitantemente al nivel de productividad o, en su defecto, de gestión que, si vía contactos, puede conseguir más recursos, es justo que pueda también recibir un mejor sueldo, pero en estas circunstancias, según resalta, ante la difícil situación del país, bien se puede hablar lo que ocurre en la actualidad de sueldos dorados en tiempo de crisis.

Recursos para obra pública

El concejal rural del cantón Loja, Lenin Cuenca, expresa que el sueldo de los alcaldes consta en una norma y que al respecto tiene una propuesta que la viene puliendo y haciendo las respectivas consultas legales, relacionada con, si el Municipio no dispone de fondos para hacer obra pública, entonces, cabe allí una revisión de los salarios del alcalde, los ediles, los jefes y directores departamentales, asesores, entre otros.

“Podemos ir también aportando al desarrollo en función de reducir el gasto corriente y generar recursos para la obra pública”, expresa, al tiempo dice que la disminución de sueldos dejará ver que “nosotros como funcionarios también damos nuestro aporte al ciudadano para juntos, arrimando el hombro, obtener más fondos para la obra pública”.

Lenin Cuenca también habla de inequidad de sueldos. Tras aclarar que no tiene nada contra un director, jefe departamental, informa que un funcionario de esta naturaleza percibe alrededor de 2.225 dólares, aparte de salida ilimitada al uso del celular a través del teléfono convencional, uso exclusivo de vehículo con su respectivo chofer, mientras que un trabajador, que “es el corazón del Municipio, percibe sueldos muy bajos” que no superan los 600 dólares, entonces, “hay una diferencia importante entre los sueldos de un obrero y los de un funcionario de jerarquía superior”, manifiesta el edil.

DÍGITO

El sueldo de un concejal del cantón Loja es de 2,020; alcalde, 4.144,91; obrero, 545 dólares.    

VOZ

“Sería interesante escuchar a un alcalde decirle al obrero que no le puede subir el sueldo, pero que, en retribución a ello, ha optado por rebajarse el suyo”,   

“La mayor parte de los municipios no cumple con la Ley Orgánica de Transparencia y Acción a Información Pública (Lotaip)”,

Carlos Chalaco, activista social

Sueldos                                                                                             

Cantón Sueldo                                                

Calvas   3.200                                                  

Catamayo           3.600                                                  

Celica    3.600                                                  

Chaguarpamba 3.220                                                  

Espíndola            No hay datos                                                   

Gonzanamá       4.508                                                  

Loja 4.144,91                                                  

Macará 3.500                                                  

Olmedo 4.000                                                 

Paltas 3.600                                                     

Pindal   3.000                                                 

Puyango              3.904                                                  

Quilanga              2.967                                                  

Saraguro             4.000                                                  

Sozoranga          3.339                                                  

Zapotillo              3.600