Afectado Rómmel Merchán dice que los compromisos quedaron en ofertas. Técnicos del Miduvi no quisieron pisar las cenizas. Por cuenta propia iniciaron la reconstrucción.
Noventa días después del potente incendio forestal, la familia Merchán-Salinas, propietaria de la granja avícola Don Miguel, de la parroquia San Antonio de Las Aradas, del cantón Quilanga, en la provincia de Loja, asegura que todas las ofertas de las autoridades oficiales quedaron en palabras porque, hasta el momento, ningún apoyo ha llegado a los damnificados.
Un antecedente
El flagelo, que consumió más de ocho mil hectáreas en el cantón, inició el viernes, 23 de agosto de 2024, en el barrio Santa Rosa, de San Antonio de Las Aradas, y de allí se extendió a otros lugares, incluso a la parroquia Fundochamba. Recién fue controlado el lunes, 2 de septiembre, tras 11 días de un incesante y destructor fuego.
A las 13:50 del miércoles, 28 de agosto, las llamas contaminaron la propiedad de la familia Merchán-Salinas. Devastaron todo lo que encontraron a su paso: dos galpones con seis mil pollos en total, las plantaciones de café, de frutales, los árboles de eucalipto, entre otras especies, incluida la vivienda. La pérdida material sobrepasa los 100 mil dólares.
El jueves, 28 de noviembre, se cumplieron tres meses de la tragedia, sin que el apoyo haya llegado a la familia y a otros perjudicados de la zona. Rómmel Efrén Merchán Merchán recuerda que el miércoles, 4 de septiembre de 2024, llegaron autoridades de diversas entidades estatales, agrupadas en la Mesa Técnica Nro. 7, presidida por la Prefectura.
‘No llega el apoyo’
“Nos ofrecieron muchas cosas a los perjudicados y damnificados del incendio, pero hasta el momento no ha llegado absolutamente ningún apoyo, tanto del Gobierno Parroquial de San Antonio de Las Aradas, del Municipio y de la Prefectura”, revela Rómmel Efrén Merchán, quien se encuentra desesperado.
Acota que el Municipio se limitó a entregar dos volquetes con materiales: arena fina y grava; la Prefectura, con un volquete para movilizar teja usada, mientras que el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) envió dos técnicas para realizar una evaluación, pero, según cuenta el afectado, no querían pisar las cenizas porque manchaban los trajes. Al final tampoco llegaron con ayuda, pese a que, en la Gobernación, el titular del Ministerio ofreció colocar las ventanas, tumbados, revestir paredes, pero nada se concretó.
La familia y jóvenes trabajan
Rómmel Merchán expresa que, frente a la desatención de las autoridades, la familia y jóvenes voluntarios del barrio Jacapo se encuentran reconstruyendo la casa, la granja y otras partes afectadas por el incendio. Asimismo, comenta que la mula ‘Soraya’, que escapó a tiempo de las llamas, fue acogida en la finca del barrio lojano Zalapa, de propiedad del prefecto, Mario Mancino.
PARA SABER
La familia, desde hace 12 años, venía produciendo café. El incendio afectó a 10 hectáreas, aparte de árboles frutales.