Poco espacio, éste para recopilar la frondosa agenda de Adriano López Mejía, una figura legendaria e icónica del magisterio y periodismo lojanos.
Multifacético como pocos, Adriano cultivó diversos roles sazonados con pasión, disciplina y esa chispa de buen humor con la que vino de fábrica.
Su historia es una extensa suma de anécdotas y testimonios que nos remontan a esa Loja del siglo pasado, en donde ubicamos: a un Adriano que, en la vieja piscina municipal, con escoba en mano animaba a sus alumnos novatos en la natación, a lanzarse del trampolín para “templar nervios” y perder el miedo al agua. A un Adriano, dirigiendo bandas de guerra, revistas de gimnasia y acrobacia, que dejaba perplejo al público de entonces. A un Adriano conduciendo originales espacios de opinión y humor socio político, como: “La Cabina de Adriano” y “Avelino, al pan, pan y al vino, vino.” A un Adriano, comunicando el acontecer diario desde las emisoras: Progreso, Ondas del Zamora, Luz y Vida, Centinela del Sur; y, de un tiempo a esta parte, Radio Sociedad, desde donde sigue diariamente fustigando a los irresponsables de la cosa pública.
Haciendo números, A.L. camina por los 90 años de edad; 70 de ellos en el mundo radial, combinados con la docencia en el Colegio Bernardo Valdivieso y en la Universidad Nacional de Loja. Trayectoria que le han significado sendos reconocimientos, entre ellos el haber sido concejal de la ciudad; el que su nombre sea asignado a una de las calles lojanas, o el que acaba de efectuarse en las dependencias del Teatro Bolívar, escenario que en muchas ocasiones lo tuvo como maestro de ceremonias e inspirado cantor.
Que el Señor le otorgue mucho tiempo más con micrófono abierto; que siga bendiciendo su vida, su obra, su descendencia y ese buen humor, que al igual que su larga melena, lo vienen acompañando por esta campiña, rodeada de dos riachuelos, que ya dejaron de ser juguetones.
William Brayanes
wbrayanes@gmail.com