El pasado y futuro solo habitan en nuestra mente, lo real es ahora

Muchos estudios muestran que nuestros pensamientos se sitúan en un 70% aproximadamente en el pasado. Este pasado actúa como un archivador en el cual guardamos todos los datos que nos sirven para desenvolvernos en el presente, como método de aprendizaje que nos permite afrontar situaciones similares. Pero en muchas ocasiones no nos permite vivir el presente. A todos nos ha pasado que nuestros pensamientos se interrumpen por recuerdos del pasado, nos arrepentimos del mal que hicimos, de lo que no hemos llegado a realizar, de lo que nos hicieron, y de lo que podríamos haber hecho mucho mejor. Esta clase de pensamientos aparte de ser estériles, sólo nos llevan al sufrimiento personal. El pasado puede ser una carga muy pesada que nos impide caminar en nuestro presente, siempre que se lo permitamos. Nuestra felicidad se vive en presente, el bienestar psicológico y emocional, se alimenta de la capacidad de focalizar nuestros pensamientos en lo que está pasando en el momento actual. Vivir el momento presente requiere de un gran esfuerzo constante, y de un aprendizaje progresivo, habituando a nuestra mente a centrarse en el ahora. Una mente que no se centra en él ahora es una mente dispersa. Las personas podemos llegar a ser extremadamente frágiles cuando nos preguntamos acerca de nuestro pasado y nuestro futuro. Son dos cosas que no controlamos, y por tanto generan angustia. El pasado y futuro sólo habita en nuestra mente, y lo real es aquí y ahora.

Marco A. González N.

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