Doña María, una heroína de overol verde.

La historia ha enraizado en nuestra psiquis un concepto de heroísmo relacionado con guerras ganadas y territorios protegidos de invasores; por su lado Hollywood promulga héroes con súper poderes que combaten la injusticia en un mundo ficticio; la pandemia reveló los héroes de bata blanca; sin embargo, se ha invisibilizado a los héroes de overol verde que desde antes de la pandemia realizan una labor de alto riesgo y esfuerzo.

En Loja, los héroes de overol verde, inician su jornada laboral a las 03:00 de la mañana, recorren de norte a sur y de este a oeste la ciudad, en 49 rutas que la cubren por completo. Algunos recorren hasta 13 kilómetros recogiendo la basura que los ciudadanos cómodos e inescrupulosos lanzan a la calle irrespetando el espacio público. Entre las cuadrillas de barrido, se encuentra doña María, ella se despierta mientras todos duermen, hace el desayuno para sus hijos, recoge su escoba y demás implementos y sale de su casa con la algarabía de un nuevo día; y, luego de haber sorteado las inclemencias del clima andino, de las múltiples incomodidades que ofrece la calle, del cansancio que conlleva la continua actividad física; en horas de la tarde regresa con esa tranquilidad de haber cumplido con su tarea.

Plásticos, colillas de tabaco, inclusive pañales infantiles son los principales contaminantes que son recolectados por doña María. Depende de nosotros aliviar esa labor, meditemos que una ciudad culta y limpia no es la que más se barre sino la que menos ensucia.

Benjamín Ludeña

benjamin.ludena@gmail.com