Un legado entre generaciones…

En la responsabilidad intergeneracional los pilares fundamentales en materia ambiental son: la educación y las políticas manifestadas de manera tangible tanto en nuestras acciones cotidianas, como en las decisiones institucionales.

En este sentido, cuando hablamos de educación ambiental, no podemos referirnos únicamente a la transmisión de conocimientos teóricos, sino a la formación de una conciencia ecológica práctica, que permita especialmente a las nuevas generaciones comprender y valorar su entorno natural comenzando por el hogar, que es donde se da la oportunidad de modelar el comportamiento responsable especialmente en los niños, enseñándoles costumbres simples como la separación de residuos hasta la participación en actividades de reforestación comunitaria y en las escuelas integrándola como un eje transversal infiltrado en todas las áreas del conocimiento con el propósito de que contribuya a formar generaciones de ciudadanos ambientalmente conscientes.

A las políticas públicas les corresponde como gobiernos locales y nacionales la protección de los recursos naturales con un marco normativo y efectivo, estableciendo regulaciones claras, que no solo castiguen las acciones destructivas como los incendios forestales intencionales, que es un delito contra la naturaleza con consecuencias, que van mucho más allá del daño inmediato presente y que además rompe un pacto implícito con las generaciones futuras; aleatoriamente deben incentivar las prácticas sostenibles, que incluyan creación de áreas protegidas, programas de recuperación ecológica desarrollando mecanismos de participación ciudadana en la planificación y ejecución de proyectos, que redefinan la responsabilidad entre generaciones como bases sólidas, para lograr un futuro sostenible. 

Talía Guerrero Aguirre

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