Territorios sostenibles como alternativa hacia una mejor calidad de vida

Cuando hablamos del mundo post pandemia todos nos preguntamos ¿Cuáles serán los cambios más importantes? Y, además, ¿Mejorará o empeorará la situación actual? Pues me atrevo a decirles que lo único seguro es la incertidumbre y la complejidad.

A nivel mundial, el concepto sostenibilidad ha sido discutido bajo una valoración generacional, entendida como las condiciones de vida de una generación respecto de otra, donde la última pueda mejorarlas frente a la primera. Sin embargo, el tiempo ha trascurrido y lo único que si ha sido cierto son los terribles resultados alcanzados, como incremento de la pobreza, cambio climático, contaminación y pérdida de biodiversidad, además de un modelo económico extractivista basado en una economía lineal.

Es así que, en esta ocasión llamo a la reflexión para dejar de creer que la solución viene de arriba hacia abajo, incitando a cambiar este esquema, y pensar que de abajo hacia arriba es posible. Esta propuesta es con base en los territorios, entendidos como espacios geográficos vinculados por potencialidades naturales, culturales o sociales que han logrado avanzar sus procesos de transición hacia el desarrollo. En otras palabras, dejar de lado las cadenas geopolíticas para entrar activamente en los nuevos desafíos post COVID-19.

Ahora sabemos que Darwin tenía razón, las especies que sobrevivirán no serán ni las más grandes, ni las más pequeñas, sino las que sepan adaptarse y con ello, la solución inicial hacia el proceso de transformación, es una evolución desde lo local a lo global, donde el territorio se constituye la base post pandemia hacia una mejor calidad de vida.