Sonia Beatriz Sotomayor ha vestido a varias reinas de la ciudad y provincia. Con uno de sus diseños ganó en un certamen de Miss Ecuador. Sus estudios los retomó a los 50 años de edad.
Se conocieron en la época de colegiales: ella estudiante del plantel La Inmaculada y él alumno del ‘Bernardo Valdivieso’, de la ciudad de Loja. Se casaron a los 19 años y hace poco festejaron 56 años de feliz enlace matrimonial. Ellos son Sonia Beatriz Sotomayor Montero, una calvense de nacimiento, y el lojano Gilberto Aníbal Álvarez Sarmiento.
Estudió en Quito y en Loja
Al momento, con cinco hijos, 16 nietos y 13 bisnietos, Sonia Beatriz, nacida en Cariamanga, perteneciente al cantón Calvas, en la provincia de Loja, el 4 de noviembre de 1949, cursó sus estudios en establecimientos de Quito y Loja. No llegó a culminar el bachillerato en La Inmaculada, de la ciudad de Loja, porque a muy temprana edad contrajo matrimonio con Gilberto Aníbal Álvarez.
La juventud de Sonia fue muy activa, principalmente como colegiala, donde fue cachiporrera del plantel, aparte de practicar el deporte: baloncesto, vóley, así como el baile, siendo incluso maestra. También le fascinó el ballet.
Fruto del matrimonio nacieron sus cinco hijos que los considera una bendición y la alegría del hogar Álvarez-Sotomayor. Junto a su esposo, Gilberto Aníbal, empezó a efectivizar muchos proyectos. En su caso, le apostó por las manualidades, en especial la costura.
La diseñadora
Mientras concretaba sus trabajos, pensó que debía concluir su bachillerato, suspendido por su matrimonio. A la edad de 50 años se graduó de bachiller, en el colegio Beatriz Cueva de Ayora, luego obtuvo su título profesional de diseñadora de ropa por la Universidad Amazonas, de Quito, y, a los 60 años, en la Universidad de Guayaquil, logró una tecnología en Hotelería y Turismo.
En su condición de modista profesional y gerente de la casa de modas: Sonia’s Scorpion, vistió por el lapso de 10 años a diferentes reinas de la ciudad y provincia de Loja, así como del país, llegando a triunfar con uno de sus diseños en un certamen de Miss Ecuador. Estos logros la tienen muy satisfecha.
Hasta que su esposo, uno de esos días de actividad en el diseño, le sugirió que dejara el trabajo y, efectivamente, lo hizo para dedicarse a tiempo completo al hogar, junto a su consorte, Gilberto Aníbal, sus hijos, sus nietos y ahora sus bisnietos. El local Sonia’s Scorpion pasó a manos de quienes hasta ese momento eran sus dependientes. La empresa continúa vigente.
Constructora Álvarez
Otra de las facetas de Sonia Beatriz Sotomayor Montero es haber ejercido la presidencia de la constructora lojana Álvarez, donde su esposo fue el gerente y sus hijos los socios. La empresa fue familiar y funcionó desde 1975 hasta 2014 que dejaron para acogerse a los beneficios de la jubilación como, en efecto, así sucede, complementando esta nueva etapa con el traslado a la parroquia lojana Vilcabamba, lugar de su residencia actual.
El amor, el cariño, el respeto y la fe en Dios, en su criterio, son las bases que permiten a un matrimonio fortalecerse y vivir, con altos y bajos, a los esposos muchos años juntos, como en su caso: 56 años, cuyo enlace está más sólido que nunca.
“Lo que se necesita es saberse conocer y amarse, si no hay amor no existe otra cosa, ni siquiera con la llegada de los hijos”, opina, al referirse a los matrimonios frágiles de hoy en día, cuyos divorcios y separaciones están a la vuelta de la esquina.
Tener paciencia
Aconseja a la juventud actual, que ha contraído matrimonio, tener un poco más de paciencia, que se tolere y que siempre permanezca encendida esa llama del amor. “Cuando uno se casa tiene que aceptar los errores y las virtudes de las personas, tanto el hombre como la mujer, porque nadie nace perfecto. Hay que trabajar juntos porque la cara se la lava con las cuatro manos”, expresa.
Sonia Beatriz Sotomayor manifiesta no arrepentirse de haberse casado porque el nacimiento de sus cinco hijos la colmó de felicidad, luego ver a sus nietos crecer y estos, a su vez, contraer matrimonio y también darle 13 bisnietos. Dice que este sentimiento es indescriptible.
Aconseja a la pareja amarse, respetarse y, ante todo, tolerarse para llegarse a conocer porque, según enfatiza, el amor todo lo puede y también encomendarse a Dios porque “solo Él nos da esa fuerza para poder seguir unidos”, puntualiza.
Labor de voluntariado
Otra de las actividades de Sonia Beatriz es el voluntariado. Actualmente es parte de Funsolca, de Solca Núcleo de Loja, desde donde trabaja a favor de las personas necesitadas. Lo viene haciendo desde hace años cuando el hoy hospital Isidro Ayora se denominaba San Juan de Dios. Se ocupaba de las personas que sufrían quemaduras.
“Desde niña me fascinó ayudar a la gente, a través del servicio social y en la actualidad lo sigo haciendo porque eso me hace muy feliz”, puntualiza la feliz esposa, madre, abuela y bisabuela lojana, quien dice no considerarse un gran ejemplo, pero sí “me jacto de tener 56 años de matrimonio con una felicidad muy grande”.
VOZ
Trabajé desde mis tiempos de colegiala, impartía clases de ballet”,
Sé bordar, tejer, coser, manualidades y sigo en esa labor porque me gusta”,
Mi esposo y yo hacemos una pareja muy compenetrada y llegamos a esta edad por amor”,
Sonia Beatriz Sotomayor Montero, diseñadora y tecnóloga en Hotelería y Turismo
PARA SABER
Se casó a los 19 años (su esposo también de la misma edad). Se graduó de bachiller cuando tenía 50 años. El birrete le impuso el colegio Beatriz Cueva de Ayora, de la ciudad de Loja.