El contador no es solo el responsable de «armar balances» o «rendir cuentas»; su papel va mucho más allá. Hoy, los contadores cumplen un rol multifacético dentro de las organizaciones, abarcando funciones tributarias, laborales, administrativas y legales. Como el corazón de la gestión contable, son aliados estratégicos del dueño o gerente de la empresa, y su presencia se extiende a cada área del negocio. Pese a su importancia, muchas veces pasan desapercibidos, y su trabajo no siempre es valorado en su justa medida. Sin embargo, sin su aporte, sería imposible mantener el pulso financiero y administrativo que permite a las empresas avanzar.
En el contexto actual, el contador enfrenta retos mayores. Con los avances tecnológicos y las constantes reformas impulsadas por organismos como el SRI y otros entes de control, debe estar siempre al día, adquiriendo nuevos conocimientos y adaptándose a las herramientas modernas. Ya no es suficiente solo con conocer las normativas contables; también se requiere manejo de software especializado, un entendimiento integral del mercado y una capacidad para anticipar cambios en el entorno fiscal y legal. El contador de hoy se convierte en un pilar de estabilidad y proyección para la empresa, una figura clave que contribuye no solo a cumplir con las obligaciones fiscales, sino a potenciar el crecimiento.
Este 13 de noviembre, en la conmemoración del Día del Contador Ecuatoriano, quiero rendir homenaje a mis colegas en Ecuador y en otros lugares del mundo. Su esfuerzo y dedicación, a menudo invisibles para muchos, son el motor que sostiene el desarrollo empresarial. A todos mis colegas contadores, les dedico un reconocimiento sincero por su compromiso y pasión por esta noble profesión.
Silvia Enith Pasaca Rivera
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