Razonar antes de decidir: el desafío de la segunda vuelta

En tiempos de elecciones, especialmente en una segunda vuelta, la información que circula en redes sociales suele estar cargada de emociones antes que de razones. Como advierte el maestro Javier Darío Restrepo, profesor de ética y periodismo, en el debate digital predominan los sentimientos sobre los argumentos: la opinión se llena de adjetivos, descalificaciones y polarización, dejando de lado el análisis crítico.

Sin embargo, en momentos decisivos para la democracia, urge hacer una pausa y preguntarnos: ¿Qué me quieren decir y por qué? La ética periodística nos invita a diferenciar entre una opinión basada en hechos y una dominada por emociones. Un dato sólido, analizado con serenidad, tiene más peso que cualquier adjetivo.

Por ello, al momento de elegir, no basta con compartir contenido que refuerce nuestras creencias. Es necesario someter la información a juicio, contrastar fuentes y exigir argumentos. Una democracia sana no se construye con emociones desbordadas, sino con ciudadanos capaces de razonar antes de decidir.

No pensemos solo en nuestras propias preocupaciones o en la indignación del momento. El país que elegimos hoy es el que heredarán las próximas generaciones.

Necesitamos una nación estable, que mire hacia el futuro con propuestas y soluciones, no con lamentos ni divisiones. La política no debe ser un campo de batalla de pasiones, sino un espacio para construir juntos un horizonte común.

Gustavo Santín Picoita

franklin.santin@unl.edu.ec

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