Bombos, platillos y notas de pesar

Desde el inicio de esta campaña presidencial se afirmó que existía una fuerte polarización entre las candidaturas de Daniel Noboa y Luisa González. Los resultados oficiales del Consejo Nacional Electoral confirman exactamente lo que se pensaba. Existirá una segunda vuelta electoral entre los dos candidatos favoritos, que mantienen una mínima diferencia de votos.

Lo curioso es que el correísmo festeje como un gran triunfo el que su candidata logre pasar a la segunda vuelta electoral, aunque pierda la primera. Con pocos votos, es verdad, pero igual perdió. Desde las elecciones presidenciales del 2009 hasta las del 2023, el correísmo siempre ganó la primera vuelta. Sucedió cuando los candidatos fueron Rafael Correa (por dos ocasiones), Lenín Moreno, Andrés Aráuz y la primera candidatura de Luisa González. A pesar de que en realidad es un duro golpe, festejan con bombos y platillos.

También es curioso que Daniel Noboa, a pesar de su triunfo en la primera vuelta de estas elecciones y de consolidar un bloque legislativo cercano al 44 % (67 o 66 asambleístas de un total de 151), desapareció el día de las elecciones para aparecer solo dos días después. Los locales de campaña de ADN parecían funerarias y ningún vocero de esa organización se pronunció hasta antes que lo hiciera el candidato presidencial.

¿Cómo explicar estas extrañas reacciones de las fuerzas políticas en mi lindo Ecuador? Habrá varias explicaciones y puntos de vista; pero, sin duda, queda claro que las dos organizaciones políticas administraron los resultados electorales de diferente manera: los perderos se presentaron como ganadores y los ganadores aparecieron como perdedores.

Gustavo Ortiz Hidalgo

gortizhidalgo@yahoo.com

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