Así como el semáforo nutricional advierte que A o B producto es «peligroso», a los ciudadanos debe permitírsenos saber si el candidato por el que suspiras no es un caballo de Troya.
Oculto por la batalla mediática de ofertas, acusaciones y debates; las familias en Ecuador están luchando contra la agenda 2030. Recientemente la Corte Constitucional, esa que nadie sabe que existe pero que define en última instancia el cómo hemos de vivir, acaba de fallar en contra de la familia, emitiendo una sentencia, conocida como el «Caso Salinas», que obliga a las instituciones educativas públicas y privadas a reconocer y apoyar los procesos de transición de género de niños, niñas y adolescentes [@jarapolitica]. Esto porque a unos españoles que estaban de paso, se les ocurrió que su hijo no era nene sino nena, y exigió a la institución educativa que lo vean, oigan y traten como niña.
Esto ha generado un acalorado debate: quienes están a favor argumentan la no discriminación; pero quienes ven más a fondo alertan que dar paso a estas «ideas modernas» implica consecuencias legales, sociales y psicológicas.
Debemos estar atentos, tras las boquitas dulces de ciertos candidatos existen agendas ocultas o hay tendencias a agendas ocultas que con la «motivación» necesaria no dudaran en ponerlas sobre papel, minando así al núcleo base de la sociedad.
José Luis Granda
@jlgranda