
Hace algún tiempo, en el programa “Expresión Política” al cual fui invitado por el periodista Pablo Sanmartín, abordamos el tema “Los 100 días en el Cabildo” en alusión al nuevo burgomaestre, exponiendo abiertamente que antes de emitir un criterio sobre la actuación y desempeño del alcalde y el futuro de Loja, me tomaría un tiempo, de por lo menos un año para emitir una apreciación.
Lamentablemente es imposible hacerse de la vista gorda y callar frente a lo inevitable, definitivamente, era demasiado ambicioso atreverse siquiera a pensar que alguien ya conocido públicamente y con una trayectoria ¿?, en su paso como concejal y vicealcalde, nos sorprendería como alcalde.
Sin duda, son los gajes de la desilusión a la que estamos acostumbrados los lojanos, es tan asombroso el hecho, que existiendo en el cantón tantas prioridades, se les ocurra comprar un helicóptero, seguro nace de las entrañas del shungo de algún illuminati, claro que este no ha de obedecer a los principios de ‘Weishaupt’, sino a las protervas intenciones de alguna mente lucida que quiere ganarse algunos centavitos, me recuerda las mototaxis, todos sabemos que en la administración pública, nada es gratis, “dando y dando, y el pueblo volando”. Por favor, hasta cuando, y lo justifican aduciendo que es para el control de los incendios forestales y otras actividades, no sea que, como Francia Márquez, lo quieran emplear al ¡Cotero! como medio para llegar a casa o desplazarse a las farras con las panitas, cualquier cosa es válida en nuestra ciudad, en fin, el pueblo calla y los ratas bailan sobre el queso; no dudo, que los lojanos reclamarán, no digo que sea bueno o malo, pero no es el momento, ni creo existen los recursos, ni planificación, hay prioridades, por favor, atiéndalas primero y luego compre el “Cotero”, ¡si le alcanza el tiempo!
Pablo Ortiz Muñoz
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