Con seguridad para los lojanos y más visitantes, el 1 de noviembre de cada año se constituye en una fecha hasta cierto punto de melancolía, en virtud que la portentosa imagen de la Virgen del Cisne regresa a su morada, después de haber permanecido en la Iglesia Catedral por el lapso de 68 días. Ayer en una misa campal, miles de devotos se concentraron en el centro de la urbe para mostrarle su amor, admiración y con vítores decirle gracias madre mía por dejarnos tu fe y esperanza.
Recordemos que la madre de Dios, en la advocación de la Virgen del Cisne realizó su entrada gloriosa a la urbe lojana, el pasado 26 de agosto y no el tradicional 20 del mismo mes, en virtud que el Ecuador fue escenario de un proceso electoral; no obstante, desde esa fecha la ciudad de la Inmaculada Concepción de Loja adquirió un ambiente festivo lleno de alegría, colorido y algarabía, no solamente por el entusiasmo de los lojanos sino por despliegue de adoración por parte de peregrinos de la provincia del Azuay y otras partes de le Ecuador e incluso provenientes de la hermana república del Perú.
El retorno de la sagrada imagen se cumplió ayer con el tramo: Loja Catamayo, en medio de un imponente operativo de seguridad: 450 Policías, 90 Agentes de Tránsito, 60 Agentes de Control Municipal, contingente de las Fuerzas Armadas, Ministerio de Salud, Cruz Roja, Secretaría de Gestión de Riesgo y grupos de voluntariados que, sumando 1.100 elementos de diferentes instituciones de control, atención, prevención y seguridad, garantizaron el normal desarrollo de la caminata. Se nos fue la ‘Churonita´, pero su fe, confianza, ternura y protección se quedan con nosotros. Hoy su infinita misericordia, amor maternal y el poder espiritual impregnado en nuestros corazones será la principal motivación para renovar el afecto, gratitud y admiración a través de nuestras plegarias y oraciones.
Sybel Ontaneda Andrade
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