Moradores y comerciantes de la calle Miguel Riofrío, contigua a la iglesia matriz de la parroquia Malacatos, del cantón y provincia de Loja, están molestos porque, según dicen, vienen siendo perjudicados por los vendedores que, bajo el permiso del Municipio, instalan allí sus carpas para expender sus productos.
Los habitantes no se oponen al trabajo que realizan porque lo hacen dentro de la fiesta religiosa que se cumple durante todo agosto, cuya labor la ejecutan tras cancelar al Ayuntamiento un rubro por metro cuadrado. El sector escogido es la calle Miguel Riofrío, desde la Manuel Godoy hasta la Lauro Coronel.
Critican la forma cómo ejercen el trabajo, es decir, se apropian de la calle, así como de la acera, dificultando el ingreso a las viviendas y también el comercio fijo de algunos moradores que desarrollan esa actividad los 365 días del año.
Agregan que dentro de las carpas pernoctan, así como realizan las necesidades biológicas al aire libre, originando malos olores en el sector con el peligro de originar afectaciones a la salud. La situación se complica desde mediados de agosto que es cuando la fiesta en honor al Señor de la Caridad sube de tono con múltiples eventos.
Al Municipio sugieren que para el próximo año se lleve a estos comercios unas dos cuadras más allá, donde hay más espacio a lado y lado de la calle y no originan molestia alguna.
“Económicamente para el Municipio esta actividad es positiva porque le deja ingresos a sus arcas, pero para quienes vivimos allí y los propietarios de locales la situación es complicada por la serie de incomodidades”, expresan los ciudadanos, tras indicar que los comercios de la zona ven disminuidas las ventas a la mínima expresión.
PARA SABER
La fiesta religiosa en la parroquia lojana se desarrolla durante todo el mes de agosto.