Los sobornos de Petrochina

La empresa Gunvor negoció y pagó la coima a Petroecuador, en el año 2009, para firmar el primer contrato de compraventa de crudo con Petrochina y garantizar el préstamo de USD 1.000 millones al Estado ecuatoriano. A partir de ese momento, todos los contratos petroleros establecen un precio de preventa con valores de entre tres y cinco dólares más bajos que el mercado internacional, mientras que Gunvor, a través de otras empresas intermediadoras, revendía el petróleo a valores más altos, lo que le generaba ingentes ganancias. El pago de las coimas a los funcionarios que favorecieron tales contratos, se realizaba a través de consultorías falsas, en las que Gunvor pagaba las comisiones de hasta USD 1,80 por cada barril de petróleo revendido.

Los autores de esta trama de corrupción son: Enrique Cadena Marín, quien tiene vinculación con otras intermediarias petroleras; Santiago Cuesta, ex consultor presidencial de Moreno; José Augusto Briones, ex ministro de Energía y Recursos Naturales, quien se habría “suicidado” en condiciones sospechosas en la cárcel por su participación en el caso Las Torres; Nilsen Arias, ex gerente de Comercio Internacional de Petroecuador, entre otros.

Durante doce años, quienes llegaron al poder con “manos limpias y corazones ardientes” aprovecharon la preventa petrolera para cobrar, a través de varios mecanismos, coimas a las empresas transnacionales. De acuerdo con el portal Periodismo de Investigación, considerando que el petróleo se vendió a un valor inferior al del mercado internacional, se perjudicaría al país en al menos USD 4 mil millones hasta el año 2024, además que se ha comprometido hasta 5 veces más petróleo del necesario para cancelar las deudas adquiridas.

Es hora de que la Fiscalía actúe para encarcelar a quienes organizaron y permitieron este latrocinio, imponer las sanciones más duras y exigir la devolución de los dineros que pertenecen a los ecuatorianos.

Remo Cornejo Luque

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