Han pasado casi 10 años desde que Correa ya no está y en cuestión política sigue siendo lo mismo. Florindos vs. Narcos, anticorreístas vs. correístas, tu vs. yo… es verdaderamente triste. Se supone que en la vida hay que aprender de los errores y experiencias para no volver a tropezar con la misma piedra otra vez, pero me parece que en este caso la gente no ve la piedra en el camino.
No es una cuestión de a quien votes o a quien critiques por redes, eso es una cuestión personal de cada uno. Es cuestión de cómo llegas a esas decisiones, es decir, que hay de base en tus decisiones. Es un voto razonado, con argumentos o es un voto puramente emocional. ¿Somos capaces de tener un voto crítico y bien pensado?
Hagan la prueba, pregunten a sus conocidos los argumentos que tienen para votar lo que votaron, que piensan sobre la economía, sobre la violencia, sobre la salud, etc. Todos te van a decir lo mismo, van a estar a favor de lo bueno y en contra de lo malo, pero solo uno de cada cien (y soy optimista) te hablará con datos y críticas reflexivas sobre las estrategias a seguir.
Borregos o no, lo que está claro es que, como dice la canción, hay dejar de seguir al rebaño porque ni el pastor ni el amo son gente de fiar. Solo el pueblo salva al pueblo. Hoy día la política no soluciona problemas, la política es el problema.
Victoriano Suárez Álvarez
victorianobenigno@gmail.com