“Es hora de dar la mano a los lojanos”, es la expresión utilizada por el ministro de Transporte y Obras Públicas – MTOP, Roberto Luque, en su reciente visita a Loja, declarada en emergencia nacional, luego de constatar la tragedia vial provincial, consecuencia de las fuertes lluvias y el temporal que afectó gravemente a varios cantones lojanos.
El ministro Luque comprobó en territorio que la falta de mantenimiento ha provocado deslizamientos de tierra, derrumbes, deslaves y más afectaciones particularmente en las carreteras estatales, razón por la cual increpó duramente a los responsables de la Zonal del MTOP en Loja por el hecho de la poca maquinaria del ministerio existente en los lugares afectados, lo que no se compadece con la magnitud del invierno y la emergencia. “Si no hay maquinaria suficiente contraten, pero no puede ser posible que uno mismo venga a ver para que el MTOP funcione en Loja”. Luego advirtió “es hora de dar la mano a los lojanos con la intervención vial, utilizando los propios recursos del Ministerio de Transporte, los cuales superan el millón 500 mil dólares para la provincia”.
Además, el ministro ha comprobado y dicho una gran verdad sobre la vialidad lojana, una verdad que para los lojanos no es sorpresa porque a todos los gobiernos se les ha reclamado, repetido y exigido igualdad o equidad en el trato para Loja, pero nunca lo mereció, por eso Benjamín Carrión siempre repetía “El Ecuador dejó a Loja vivir sola consigo misma y, al no extenderle su mano grande, le dijo que solamente su esfuerzo debía valerle”. Y al hablar de esfuerzo hay puntos críticos en otras carreteras que no siendo responsabilidad del MTOP también están descuidados y merecen “dar la mano” por parte del Municipio de Loja y la Prefectura.
Bien por la preocupación a pesar de que haya sido necesaria la emergencia vial para que el Ministerio de Transporte y Obras Públicas reaccione y se acuerde de esta provincia fronteriza. Aspiramos que al menos el MTOP le siga dando “la mano a los lojanos” y la visita del ministro no sea solo un repaso de nuestra postergación.
Adolfo Coronel Illescas