Jorge Luis Borges escribió, hace ya muchos años, un cuento llamado “Tlön, Uqbar, Orbis Tertius” que es una profecía de nuestros días. En la ficción de Borges un grupo de sabios escribe una enciclopedia falsa en la que se cuentan los detalles de un mundo nuevo creado solo por la fantasía de estos científicos, minuciosamente descrito en todos sus detalles, y dotado de aires de realidad. Poco a poco sucede lo imposible, lo imaginado comienza a contaminar lo verdadero y el mundo que conocemos empieza a convertirse en el mundo creado en la famosa enciclopedia, de forma que al final triunfa la mentira de esos sabios.
Asombrosamente, en esta segunda década del siglo XXI, consideramos como una cosa normal que la mentira apabulle a la realidad. La red global sustituye a la enciclopedia fantástica y los artículos de los científicos se han cambiado por los delirios de muchos «trolls» que se reproducen de forma incesante. Por encima de estos sueños están los sofismas de falsos líderes entre los cuales alcanza preeminencia política y económica el notorio Elon Musk. Bajo su mando, dictatorial e inapelable, el mundo material, la historia, los recuerdos humanos, los documentos que recogen nuestras crónicas, los hechos que han conformado nuestro tiempo comienzan a distorsionarse y desaparecer frente al universo de lo falso, preferido por magnates informáticos y políticos.
Musk dispone de un arma de poder casi invencible que es capaz de crear textos, imágenes, vídeos, sonidos que pueden engañar y crear hechos que jamás sucedieron. Los modelos y sistemas de IA tienen hoy la capacidad de alterar las realidades históricas y de crear narrativas falsas al servicio del poder. El ciudadano de a pie tiene solo un instrumento de defensa, la espada insobornable del pensamiento crítico que no debe llenarse de herrumbre, dormida en el rincón de la pereza y la comodidad.
Carlos García Torres
cegarcia65@gmail.com