A lo largo de mi carrera, he colaborado en sectores público y privado con empresarias y directivas que han transformado compañías y liderado equipos instituciones con una visión asombrosa. El desafío no reside en su capacidad, sino en la percepción de quienes aún asocian el liderazgo con un género específico.
Los datos recientes son reveladores: las empresas lideradas por mujeres han demostrado ser más productivas y eficientes. Por ejemplo, en Colombia, las empresas de propiedad o administradas por mujeres redujeron en un 55,8% los productos no conformes o con defectos, superando en casi nueve puntos porcentuales a las empresas lideradas por hombres, según un informe de Colombia Productiva publicado en julio de 2024 (colombiaproductiva.com).
Además, la presencia femenina en posiciones de liderazgo se ha asociado con un aumento en la rentabilidad empresarial. Un estudio de Grant Thornton de septiembre de 2024 reveló que las empresas con mujeres en cargos de CEO experimentaron un incremento en su rendimiento financiero (grantthornton.es).
Sin embargo, en muchas juntas directivas, las mujeres siguen enfrentando la necesidad de demostrar su valía repetidamente. Es momento de cambiar esta narrativa: el éxito de una empresa no depende del género de quien la lidera, sino de la calidad de sus decisiones. El talento y la visión no tienen género, pero los prejuicios continúan limitando oportunidades.
Si estás al frente de una empresa, reflexiona: ¿Estás proporcionando espacio para el liderazgo femenino o aún esperas que las mujeres «se lo ganen» más que los hombres?
Las emociones pueden vender, pero los hechos construyen autoridad. La evidencia habla por sí misma.
Si las mujeres han demostrado ser líderes natas en los negocios, ¿por qué aún deben demostrarlo constantemente?
Marlon Tandazo Palacio
www.marlontandazo.com