He aquí el tema El Pensar de Diógenes, Llamado El Perro, un concepto en la filosofía y en su recorrido histórico y social. Ya lo afirmaba Nietszche al decir: «El filósofo es un hombre qué constantemente vive, ve, oye, sospecha, espera y sueña… cosas extraordinarias”.
Diógenes de Sinope, filósofo griego (413-327 a. de J.C) criticó de forma ingeniosa y dura las costumbres, controversial y excéntrico en sus comportamientos y se hizo famoso por su menosprecio de todo lo que supusiera, poder, riqueza o convenciones sociales. Fue además un filósofo célebre, su afirmación «Vivir conforme a la naturaleza» define sus doctrinas de forma muy adecuada.
¿Cómo vivía Diógenes? Su vida no fue fácil: el desprecio de los placeres, el completo dominio del propio cuerpo, la anulación de las pasiones, de las necesidades, de cualquier vínculo social estable, etc., fueron sus características formas de vida, antes que los textos escritos. Ello conlleva la formulación de una de las interrogantes ¿Cómo hay que vivir? ¿Es importante la cultura?, entre otras.
Además este filósofo rechazó la religión, los modales, la vivienda, la comida y la moda tradicionales. Vivía como un vagabundo y de modo extremadamente primitivo, se le confirió los apodos: el perro, porque tenía la costumbre de lamer el agua de los charcos; lo llamaban el ‘cínico’, que en griego quiere decir ‘perro’. En su origen, cínico es el que se retira de la sociedad y vive en la naturaleza… Luego de su muerte los atenienses le dedicaron un monumento: una columna sobre la que reposaba un animal (un perro), símbolo del regreso a la naturaleza (o mejor a la autenticidad de la vida) de la que el filósofo fue profeta, a la par que testimonio. Diógenes expresaba que: “La felicidad sólo se consigue cuando el individuo actúa naturalmente, afirmando que: nada natural puede ser malo…”.