Quisiera hablarles sobre la política, pero la política de verdad, no del partidismo, no de los partidos políticos, no del poder político, no de presidentes, ni asambleístas, ni gobernadores ni alcaldes… todo eso son estructuras creadas a partir del miedo… miedo a la violencia, miedo a lo desconocido, miedo al vecino… miedo a nosotros mismos…
Política es la voluntad de los seres humanos de convivir, de compartir, de colaborar, de soñar, de construir, de regenerar, de crecer, en definitiva… de amar. De amarnos unos a otros, a tu familia, a tus amigos, a tu vecino, a esa chica que pasa siempre por delante de tu casa, a la perrita del vecino… a cualquier ser vivo del universo…. amarnos hasta el punto de conseguir ser un mismo ser universal, en el que seamos capaces de estremecernos cuando el ser vivo más aislado del mundo sufra y seamos capaces de alegrarnos cuando algún desconocido cumpla sus sueños.
Ubuntu lo llaman en África, yo soy porque los demás son… si los demás están tristes yo estoy triste, si los demás están alegres yo estoy alegre, si ellos lloran yo lloro y si ellos ríen yo río…. porque yo no soy sin ellos y ellos no son sin mí, todos somos nosotros… y es aquí cuando la política se vuelve anarquía… anarquía no significa sin orden o caos, en absoluto, significa sin arriba y sin abajo, sin reyes ni amos, ni esclavos ni lacayos… la anarquía significa el otro, yo te doy y tú me das, yo te comprendo y tú me comprendes, amar y ser amado… porque el amor es el arma más poderosa que tenemos para convivir en paz…
La política, la de verdad, es la anarquía del amor.
Victoriano Benigno Suárez Álvarez
victorianobenigno@gmail.com