El décimo tercero, treceavo o sueldo trece, es un beneficio establecido en el Código del Trabajo para los servidores públicos de todo el país y sirve, en el mejor de los casos, para los gastos de las festividades de Navidad y Año Nuevo. Sin embargo, se le ocurre al presidente Daniel Noboa anticipar la Navidad como lo hizo Maduro en Venezuela, disponiendo se pague este aguinaldo o sueldo trece no en diciembre conforme indica la ley, sino en noviembre, justo dos días antes de la Consulta Popular del 16 de noviembre.
Es cierto que esta inyección de dinero trae consigo activar la vida cotidiana del país, alterada por la crisis de seguridad nacional y la violencia que destruye y resiente, pero hay instituciones públicas que por falta de liquidez no podrán cumplir con dicha obligación de manera anticipada. En esa situación están los 222 municipios del Ecuador, a quienes el Gobierno les adeuda 744 millones de dólares por incumplimiento de las transferencias y requieren millones para cubrir tal beneficio. Por eso le preguntan al Ejecutivo ¿y la plata para el sueldo trece?.
Al respecto la Asociación de Municipalidades del Ecuador (AME) alertó que dicho pago a los servidores municipales el 14 de noviembre no será posible si el Ministerio de Finanzas no hace la transferencia de lo adeudado. Su presidente, Patricio Maldonado, ha reiterado que “resulta inviable para los municipios que atraviesan una grave crisis de liquidez por el incumplimiento sistemático de las transferencias del gobierno nacional”. Crisis que impide además cumplir con la obra pública, obligaciones laborales, sostener servicios básicos y ejecutar obras prioritarias.
Si bien el pago anticipado de este derecho ha provocado opiniones favorables, también hay quienes no están de acuerdo, porque el adelanto puede producir así mismo un gasto anticipado y llegar a la Navidad y Año Nuevo más pobres que antes.
¿Y a usted qué criterio le merece el pago adelantado del sueldo trece?
Adolfo Coronel Illescas