¿Y el Bicentenario?

De su celebración hemos hablado poco, porque más estamos preocupados del coronavirus, que según los expertos se queda a vivir con nosotros y tenemos que soportarlo con buena cara, sin protestas ni malos conjuros, aprendiendo a reírnos – con tapabocas – de la desgracia pandémica.

Por consiguiente es posible que nuestro ánimo no esté para festejos. Sin embargo, hay eventos de la historia que marcan razones por ser únicos e irrepetibles. Uno de ellos, el más importante del año pandémico constituye el Bicentenario de la Independencia de Loja, evento que por sí solo debe procurar un despertar cívico colectivo para honrar los 200 años de la fecha grande para Loja, su independencia.

“Loja 200 Bicentenario” es el “logotipo” de identificación que lamentablemente no lo hemos vuelto a ver ni oír desde su lanzamiento el 17 de febrero de 2020 por el alcalde, Jorge Bailón Abad, quien con motivadora insinuación señalaba que ante todo debe rendirse justo homenaje a los próceres que dieron su vida “para que Loja viva” y “para hacer” de Loja lo que es hoy. Sin embargo, ¿qué estamos haciendo para promocionar el Bicentenario y el reconocimiento a los patriotas del glorioso movimiento que alumbró el 18 de noviembre de 1820?.

Que el municipio con su prioste mayor el compañero alcalde y más instituciones de Loja, ejerciten con celo cívico su pasión por la libertad, con un programa de festejos, limitado, austero, pero sobresaliente en su contenido y realización. De su parte que el vecindario aproveche la oportunidad del Bicentenario para pensar en la ciudad y sus obligaciones cívicas, procurando alimentar el espíritu para exaltar la gloria libertadora de hace 200 años, que nos pertenece porque fue decidida por el propio pueblo lojano.