Tengo en mis manos tres libros nuevos de la autoría del doctor Fausto Aguirre Tirado. Para orgullo mío recibí de manos de su propio autor.
El primero, llamado «De cara a un existencialismo sordo, ciego y mudo…Cuando la vida ya no está», es una obra maravillosa en la que nos ofrece un fascinante relato de una infinidad de cosas de su familia, como solo un escritor de su categoría puede contarlas.
El segundo, denominado «Resarcimiento de la obra de un hombre: Pablo Palacio», constituye una indemnización al trabajo literario- a despecho de sus detractores- de tan insigne escritor, cuya huella que dejo se percibe hoy en los diversos campos de la literatura y la política.
Finalmente, el tercer libro intitulado «La obra que aún faltaba», es una compilación de la tarea periodística de Ángel Felicísimo Rojas, publicada en diferentes diarios del país, en la que el doctor Aguirre como coeditor- convencido de que el periodismo es la mejor tribuna para difundir las ideas- revisa, clasifica y edita dicho material periodístico.
La contribución sublime y acendrada a las letras del doctor Aguirre ha brillado con perfiles inigualables en todo el Ecuador. Hurgando sus libros podemos afirmar que su palabra es la más bella y clara en la historia de la literatura lojana. En estos tiempos que todo parece haber periclitado y hecho crisis, todo el que lea sus libros enriquecerá su alma y nos permitirá abrir las puertas de la vida.