¿Tenemos los gobernantes que merecemos?

Quizás todo lo que hoy estamos viviendo y la grave crisis política del Ecuador es el fiel reflejo de la sociedad en la que vivimos y la clase de ciudadanos que somos.

La credibilidad del 8% del Presidente de la República, la caída de la aprobación del 3% de la Asamblea Nacional y el 2% de credibilidad de los asambleístas por temas de casos de corrupción de más del 60% de los legisladores ha puesto en evidencia que estamos frente a la peor clase política de la historia del país, esto por la inobservancia permanente de la sociedad civil a la gestión pública del gobierno.

El desafío y la responsabilidad para los ecuatorianos será en febrero de 2021, iremos a las urnas a elegir a los próximos gobernantes, este proceso electoral será diferente por el covid-19, pero votaremos seguro con la misma ilusión de todos los demás procesos, elegir a nuevos representantes para cambiar la triste realidad de este país.

Pero que tan esperanzador serán las próximas elecciones si los movimientos y partidos políticos aún nos imponen a los mismos  políticos de siempre, actores, ‘influencers’, cantantes, seguimos con las viejas prácticas de alianzas con pactos políticos, candidatos improvisados, con juicios penales, con grillete y prófugos de la justicia.

Ecuatorianos, el nivel de respeto y compromiso que tienen los movimientos y partidos políticos con el país se puede valorar con la capacidad y calidad de candidatos que nos presentan en las siguientes elecciones.