Política y Black Metal

El Black Metal y la política han tenido una profunda relación, la cual no pocas veces ha sido abordada desde un ámbito formal. Aunque emergido de un sonido mucho más crudo y oscuro que el heavy metal, el Black Metal, que un inicio manifestó un sentimiento marcado de rebeldía y anti-religiosidad (como fue el caso de Noruega, con Varg Vikernes, Euronymus, etc), fue evolucionando (en sus distintas variantes) y a su vez adquiriendo sustancia y una filosofía más profunda, enraizada en los ritos precristianos y el paganismo, además de marcados tintes de un tradicionalismo nietzscheano e incluso evoliano. Todo esto acompañado claro está de una estética siniestra, que muestra que este género musical no es para todos.
De igual manera está particular corriente sostiene dentro de sí una parte importante de la cultura occidental-europea, en la que ha sentado sus raíces y que ha sobrevivido dentro de este género ambientado en paisajes oscuros y bosques desolados.
No obstante, su relación con la política se encuentra más allá de preceptos filosóficos, hoy en día dentro del contexto del conflicto Rusia-Ucrania podemos contemplar la puesta en escena de distintos grupos vinculados la escena Black Metal, que, paradójicamente en ciertos casos se han enfrentado entre sí. Como un ejemplo podemos citar el ya disuelto batallón pro-ruso “Team Vikernes” (cuyo líder se convirtió del paganismo al cristianismo ortodoxo), o en contrapartida algunos miembros de Azov, en donde no es nuevo encontrar músicos de este género, en la primera línea de enfrentamiento. Es así como la filosofía y el Black Metal han dado como resultante una curiosa variante política, que se encuentra más latente que nunca.

Rodrigo Monsalves
abogadocriminalista828@gmail.com