Merecido

Ya están pasados los más de cien días en que las autoridades seccionales asumieron sus cargos. Loja, es un desastre en todos los sentidos, no tiene un norte esta ciudad bendita. Para recibir a la portentosa imagen de la Virgen de El Cisne a la entrada de la ciudad le lavaron la cara, es que nos hacemos los cojudos.

Pero bueno, entre las muy variadas cosas que acontecen, esta gente encabezada por el alcalde debe cuidar de sus empleados, protegerlos, claro está a los buenos y a los malos elementos agradecerles sus servicios.

No es posible que a la policía municipal que entre sus múltiples deberes está velar por la seguridad ciudadana, hacer cumplir las Ordenanzas municipales, los dejen vejar por cualquier persona con aires de malandro.

Son desacertadas las declaraciones de una autoridad de libre remoción que ya no debería estar en el cargo, entre lo que dijo, fue de la última riña grabada en las inmediaciones del mercado Gran Colombia, que es una riña personal de hace más de quince años, cuando el servidor municipal solo lleva siete años; además, fuera de lugar esas declaraciones.

En la institución tienen departamento jurídico pero sus servidores han optado por contratar servicios jurídicos privados al no sentir una eficaz defensa por quienes dentro del municipio la conforman. Las autoridades en vez de respaldar a sus   servidores, protegen a quien deja mácula en la Castellana, eso pasa porque los politiqueros que entran tienen compromisos políticos con esa gente que los llevan a puestos en los que no saben qué hacer en donde   cuando terminan una sesión la inauguran.

Por ese populismo maldito el setenta y uno por ciento de la ciudadanía lojana sufre a innombrables que cada vez hacen retroceder a esta ciudad que ya es escombros. También ponen gente a inspeccionar obras qué no saben a lo que van no son técnicos y no ayudan y además de los pagos de regenerar que la gente está cancelando quieren que aparte la ciudadanía haga obras privadas sino están a gusto con el trabajo realizado así de inaudito. Merecido lo tenemos por facilistas, por querer pescar en río revuelto, por el ñañerismo. ¿Hasta cuándo?

Ricardo Guamán Araujo

ricardoescritor59@gmail.com

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