Menos asambleístas, más centralismo

Próximos a elecciones seccionales se ha discutido poco sobre las preguntas de la consulta popular; más bien la ciudadanía se ha enfocado en hablar de los candidatos, olvidando que hay temas medulares que buscan reformar nuestra Constitución de la República.

Una de esas preguntas es sobre la reducción del número de asambleístas. Es una pregunta aparentemente bien vista para la sociedad en un momento que la Asamblea Nacional no goza de credibilidad ni de prestigio; caracterizada por contar con asambleístas nada propositivos para la transformación económica y social del país.

No obstante, la calidad del legislativo no se solucionará en función al número de asambleístas. No hay que confundir cantidad con calidad. A mi parecer, hay que mirar más allá del tema presupuestario; pese a ser importante lo económico, pero no relevante. Se debe considerar algunas consecuencias que traería la aprobación de esa pregunta.

La primera, el centralismo político en manos de las provincias grandes como Guayas y Pichincha. Se va a concentrar el poder y toma de decisiones en pocos afortunados de haber nacido en provincias numerosas en población y con una mirada exclusiva en esas realidades.

La segunda, la poca influencia y reducción de poder de decisión de las provincias pequeñas al minimizar su voz por no contar con una cuota de poder significativa, llegando a quitarles espacio para hacer valer sus intereses y necesidades.

En conclusión, si bien esta pregunta implica el ahorro de ingentes recursos para el Estado, no es menos cierto que también es una interrogante que le subyacen argumentos populistas, que a la postre provocaría la invisibilidad de las provincias pequeñas.

Carlos Orellana Jimbo

ab.carlosorellana@hotmail.com