La Constitución de 2008, aquella que “duraría los próximos 500 años”, hoy parece una colcha decorada con retazos de diferentes colores, pues las enmiendas, las reformas, las interpretaciones y otras violaciones a su aplicación, abonan a esta crisis institucional e inseguridad jurídica. En materia electoral, grandes vacíos hacen de nuestra democracia un camino ideal para el imperio de las mafias electorales que se han perfeccionado en nuestro país.
El fiasco de la suspensión de funciones a la Vicepresidenta de la República para obviar un posible encargo de la presidencia por campaña electoral, abrió un amplio debate de carácter jurídico, administrativo y moral. Nuestra Constitución inicia su redacción enunciando que: “el Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia”, por tanto, la Carta Magna es aquella que rige nuestro ordenamiento jurídico y su aplicación no requiere de otra norma que no sean sus propias disposiciones. Respecto de la reelección de un dignatario para un mismo cargo, este cuerpo legal no contiene ninguna disposición respecto de la obligatoriedad de solicitar licencia sin sueldo para optar por la misma dignidad. Además, la Corte Constitucional ha señalado tres aspectos: 1) Quienes fueron electos en el marco de una muerte cruzada, lo hicieron para completar el período de sus antecesores; 2) estos dignatarios no se circunscriben en un proceso de reelección; y, 3) quienes se postulen luego de concluido el período de la muerte cruzada no van por una reelección.
Bajo esta interpretación, los candidatos (para presidente, vicepresidente y asambleístas) en funciones y fueron electos por efectos de la muerte cruzada no van a una reelección, por tanto, no aplica el Art 93, del Código de la Democracia que dice: […] “Los dignatarios que opten por la reelección inmediata al mismo cargo deberán hacer uso de licencia sin remuneración desde el inicio de la campaña electoral.” […] Ahora bien, a la fecha, cerca de 50 asambleístas ya han solicitado licencia sin sueldo para iniciar su campaña electoral, nos preguntamos, ¿qué pasará con aquellos que no piden licencia, incluido el actual Presidente? Absolutamente nada, no se puede interpretar la norma si ya lo hizo la CC, además no existe sanción expresa para estos casos. Solo nos queda elegir bien y con responsabilidad, para que esto suceda les deseamos: …buen viento …y buena mar.
Lenin Paladines Salvador
leninbpaladines@hotmail.com