Para este joven, el viacrucis no es solo una representación teatral, sino una experiencia transformadora que lo ha guiado hacia una vida más ordenada y centrada en la religión.

Las interpretaciones durante la procesión del viacrucis reflejan diversas motivaciones, como la penitencia, la fe, la tradición y devoción. En el viacrucis realizado el 29 de marzo de 2024, en la parroquia El Valle, Josué Alexander Pullaguari Mendieta, de 22 años, asumió el papel de Jesús en la solemne procesión.
Raíces en la tradición
Sin recordar con precisión cuándo comenzó su participación en el cuadro vivo, Josué ha formado parte de esta venerable tradición desde temprana edad, impulsado por su fe, devoción y el compañerismo del grupo que comparte esta experiencia única.
Entre las anécdotas que guarda, está el recuerdo de cuando siendo apenas un niño de 8 o 9 años, jugaba a ser Jesús. Con un palito de escoba en su espalda, simulaba ser el Mesías, mientras su hermano lo azotaba. Este juego inocente cobró un nuevo significado cuando este año le fue asignado este papel en el viacrucis.
La fe como fortaleza
Según Josué, aunque los días de ensayo fueron arduos, encontró fortaleza en su convicción religiosa y en el apoyo solidario de sus compañeros. Este año, el proceso de selección fue diferente, ya que un casting determinó su papel, una elección que, aunque no esperaba inicialmente, aceptó con entusiasmo.
A lo largo de los años, Josué ha encarnado diferentes roles en el cuadro vivo, desde soldados hasta el apóstol Juan. Sin embargo, la oportunidad de representar a Jesucristo este año llevó su compromiso a un nivel más profundo. Cumpliendo con una penitencia personal, espera continuar participando en los próximos viacrucis.
Lleva consigo un mensaje de esperanza y redención que simboliza su papel como Jesús. Insta a otros a encontrar sentido y consuelo en su fe, enfrentando los desafíos de la vida con una perspectiva positiva y una conexión más profunda con lo espiritual.
- CLAVE
Este año, la colaboración de la Academia Sagrado Corazón en la preparación final permitió cuidar los detalles en la personificación en lo que respecta al maquillaje.
- VOZ
Aunque el castigo es real y fue algo duro, la experiencia en bonita y no la puedo calificar con palabras”,
Josué Pullaguari.