Imagínate que fueras tú

Imagínate que te levantas y todo el mundo supone que tú tienes que preparar el desayuno para toda la familia, simplemente porque eres tú;

Imagínate que te vistes para salir a una entrevista de trabajo, pero tienes que pensar dos veces en lo que te pondrás, porque puede que te llamen «put@» o «te pase algo en la calle»;

Imagínate que llegas a la entrevista, donde hay dos plazas, pero tu posible futuro jefe te ve de pies a cabeza y se fija bastante en tu ropa mientras sonríe. Imagínate que te ofrece el trabajo, pero si cenas con él únicamente;

Imagínate que sales de la entrevista de trabajo, y desde afuera en la otra vereda te silban y ‘morbosean’, y no les importa que no te guste, ni que aquel fuera un extraño porque se supone que es un acto lindo para ti, porque simplemente eres tu;

Imagínate que llegas a casa y tú pareja está sentada, y todos esperan que vuelvas a cocinar;

Imagínate que te llama aquel jefe con quien compartiste en la mañana y te dice que tienes el trabajo, y llenas una plaza, pero que ganarás menos que el otro participante porque simplemente eres tu;

Imagínate que te toca aceptar, que sales a cenar y que la misma persona que te silbó en la mañana, te espera afuera, y nunca más regresas a casa porque aquella persona quería sexo contigo y suponía que tú, por ser tú, y por la ropa que llevabas en la mañana también lo querías;

«No es que no haya violencia en contra de la mujer, es que veces no lo vemos del otro lado, pero haciendo ello, teniendo empatía, mirando más allá del metro cuadrado de cada uno, podemos poco a poco irla eliminando».

Imagínate que fueras tú.

#DíaMundialDeLaEliminaciónDeLaViolenciaContraLaMujer