Si creemos que la ética, los principios y valores deben iluminar nuestra decisión electoral, entonces es preciso darnos el espacio para analizar el proceso y a cada uno de los candidatos ¿Cuáles son coherentes en sus discursos y, fundamentalmente, en su vida? ¿Cuál es la actitud de estos candidatos y qué compromiso concreto muestran?
Desde la contraparte, es decir, desde los que vamos a ejercer el sufragio, ¿es realmente nuestro voto consciente, y el resultado de una reflexión profunda, que elige conforme a convicciones y principios? ¿O estamos en el lado equivocado, pensando que un candidato con superpoderes nos puede “salvar”?
Estamos frente a la urgencia de una minuciosa preparación de los ciudadanos, tanto de los que elegimos como de los que van a ser elegidos; de involucrarnos en la cotidianidad política de nuestro país con ideas claras y convicciones fuertes. Hemos de tener presente el reto que asumimos de construir un mundo de acuerdo con la verdad, que nos permita vivir la justicia, la libertad, la paz…
Entonces, nuestro voto será para elegir a quienes defiendan principios y valores que nos liberen de la frustración, la desesperanza, la falta de fe y las secuelas de una mala práctica política. Estamos del lado de los que proponen emprendimientos innovadores, lo que significa que se multipliquen los empleos que demandan mano de obra, para que nadie tenga que irse de este país; para que nadie se quede sin comer un solo día; o sin educación, o sin salud… Nuestro reconocimiento a quienes gastan su vida en el noble ejercicio de la política auténtica, y nuestro compromiso de involucrarnos decididamente en la construcción de un Ecuador de realizaciones en la justicia, la paz y la libertad.
Zoila Isabel Loyola Román
ziloyola@utpl.edu.ec